proteger coche del frío

Protege tu coche del frío este invierno. 6 Consejos útiles

El invierno trae consigo fiestas y celebraciones, pero también frío y temperaturas bajo cero. Por lo que proteger nuestros coches del frío debe ser una prioridad, ya que este puede afectar a la durabilidad de nuestro vehículo.

En la medida de lo posible, los vehículos en invierno deben guardarse en un garaje o cochera antes que dejarlo en la calle, sobre todo si se van a quedar un largo período de tiempo. A continuación, te dejamos 6 consejos para proteger tu coche del frío en el garaje.

Revisar la presión de los neumáticos

Si no quieres encontrarte el coche con las llantas tocando el suelo, lo ideal es revisar la presión de los neumáticos antes de dejarlo estacionado durante un tiempo. Es normal que con el paso del tiempo la cantidad de aire del interior del neumático se vaya perdiendo. Teniendo en cuenta que en invierno con el frío este proceso se acelera, es importante hinchar las ruedas en la presión máxima que indica el fabricante. No es aconsejable pasarse, ya que puede resultar perjudicial para nuestros neumáticos.

Lavar el coche previamente

Cuando guardamos el coche durante un plazo de tiempo más o menos largo, es importante realizar previamente una limpieza adecuada. Esto es importante, no solo por algo estético, sino que un coche sucio o cubierto de polvo puede derivar en óxido con el tiempo.

Cuando lo lavemos, debemos de hacer algunos kilómetros antes de guardarlo para eliminar la mayor cantidad de agua que se haya podido retener del lavado. De esta forma protegeremos las articulaciones de las suspensiones y demás sistemas del chasis, evitando así su deterioro.

Utilizar cuñas en vez del freno de mano

En la medida de lo posible, es aconsejable no utilizar el freno de mano. Puede resultar impactante esta afirmación, pero mantener siempre conectado el freno de mano hace que las pinzas de freno pierdan eficacia.

Por lo que si estamos en una superficie medianamente plana y el coche no va a moverse durante unos días, es una buena solución utilizar cuñas en las ruedas, piezas de madera o similares para que el coche no se desplace. Esto, junto dejarlo en punto muerto, sería lo más aconsejable para alargar la vida útil de las pinzas de freno.

Cubrir el coche con una lona

Es muy común cubrir el coche con una lona específica del modelo. Pero, si no tienes una, cualquier sábana de tela lo suficientemente grande para cubrir el vehículo servirá. Puedes sujetarla con cuerdas o con la ayuda de imanes en las zonas de chapa para evitar que se caiga en nuestra ausencia.

Cambiar los líquidos antes

El frío provoca que los líquidos o aceites que estén en peor estado se vuelvan más viscosos, además de generarse residuos que dificulten arrancar el coche. Por ello, lo ideal es cambiar los líquidos antes de estacionarlo y así evitar futuros problemas.

Guardar la batería

Seguramente te haya pasado alguna vez montarte en el coche después de no haberlo usado un tiempo y encontrártelo descargado. Las baterías de los coches se gastan con facilidad, ya que, si no se usa, se consumen. Si a esto, le sumamos el frío del invierno, la batería se descargará más rápido aún.

Por ello, si no vas a usarlo por un tiempo, se recomienda sacar la batería y guardarla en casa o en un sitio que no haga demasiado frío. También, puede tapar la zona de carga positiva con un tapón o cinta aislante para frenar el proceso de descarga.

 

 

 

 

 

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